EDITORIAL
En el mes de la Medicina peruana
In the month of Peruvian Medicine
Christian R. Miranda Orrillo
Presidente del Fondo Editorial
Comunicacional del Colegio Médico del Perú.
Director General Academia Peruana de Salud.
"Siempre he creído que toda
realidad futura se eleva
sobre cimientos de ideales y utopías. Sin duda, soñar
es tarea fecunda. Dejaría de existir si no tuviera por
delante desafíos que involucren por sobre todas las
cosas, contribuir dentro y fuera de mi profesión al
desarrollo ético del hombre"
René Favaloro
Una llama se enciende sobre el mausoleo de Daniel Alcides Carrión los 27 de agosto de cada año. La tradición, que comenzó en 1998, señala que esta llama debe ser apagada luego de la ceremonia en homenaje al mártir de la medicina peruana el 5 de octubre de todos los años. Como seguidores de Carrión quisiéramos que esa llama nunca se apague, y corra como regadero de pólvora en los corazones y mentes de todos los médicos de todas las generaciones, pero sobre todo, de las generaciones jóvenes, aquellas que todavía creen en la belleza de los sueños, aquellas que creen en un futuro diferente, en un futuro mejor. En una nación que defienda los principios fundamentales de una sociedad solidaria, justa y equitativa. Aquellas que en realidad son la reserva moral del país, que lucharán incansablemente hasta alcanzar una nación justa y equitativa, que respete la salud para todos y no vea al médico como mano de obra barata, que no permita que se vea la salud como una mercancía y que siempre considere la salud como un derecho fundamental, y luche por ella hasta conseguirla.
Daniel Alcides Carrión no llegó a pronunciar el juramento hipocrático, pero hizo más que eso: entregó su vida por su prójimo. Siendo estudiante de medicina se inoculó, con la ayuda de Evaristo Chávez, la secreción tomada de una verruga de la paciente Carmen Paredes, y con su valerosa acción, que significó el sacrificio de su vida, legó para la posteridad universal el recuerdo de lo que es y debe ser un médico en el ejercicio de su profesión: un ser humano que atiende humanos, que se debe a la atención de la salud y vela por preservar la vida de sus semejantes, con entrega total en cumplimiento de salvarlas aun con riesgo de la suya.
La pregunta que flota en aire es ¿hemos cumplido con el legado de Carrión? La respuesta la tenemos cuando vemos y palpamos los lamentables momentos que siguen a una tragedia donde las epidemias del cólera de antaño, y hasta los contagios de tuberculosis, dengue, hepatitis, sida y, ahora, la enfermedad por el virus del ébola cobran vidas de médicos y personal de salud y ponen en peligro a sus propias familias.
No podemos dejar de reconocer el invalorable servicio que prestan los médicos serumistas y el sacrificio Carriónico de sus vidas en servicio de una población pobre y carente de servicios de atención de salud, por lo inaccesible de su geografía y por décadas de abandono y desidia de las autoridades de turno.
Queridos colegas, nuestro Colegio Médico del Perú este año cumple 50 años desde su fundación, y nuestra orden no ha sido ajena al desarrollo del Perú. Nuestro país no es solo un país emergente, ha sido y es, por ejemplo, cuna de las investigaciones de altura de más alto nivel. Recordemos al maestro Dr. Carlos Monge Cassinelli (1921-2006), quien dio su nombre al mal de altura o mal de Monge. Al Dr. Alfredo Piazza Roberts, pionero de la nefrología en Perú, quien trajo el primer riñón artificial al país. Al Dr. Roberto Accinelli, que recibió el Premio Mundial de la Salud Pulmonar, otorgado por la American Thoracic Society de Estados Unidos, el Dr. Óscar Patiño Melgar, quien a los 72 años, obtuvo el primer lugar con medalla de oro en el concurso mundial de inventos en Suiza, con la creación de un ingenioso dispositivo de ‘cánula de traqueotomía’. El Dr. Eduardo Gotuzzo Herencia, ganador del premio Carlos Slim en Salud 2013. O al reciente galardonado Dr. Aníbal Anticona Vera, médico pediatra galardonado mundialmente en Suiza, por sus estudios en favor de la niñez peruana, entre otros.
Hoy en día en tiempos de reforma, en tiempos en que las autoridades menosprecian lo más importante de toda sociedad: el recurso humano, necesitamos urgentemente recuperar el sitial que siempre debimos conservar, sitial de profesión altruista, paradigma ético, con solidez académica y científica, pero sobre todo comprometidos con la sociedad y la política de estado en salud. No podemos darnos el lujo de concebir una Orden Médica conformista, que no se ponga de pie y luche como lucharon nuestros hermanos médicos del Ministerio de Salud para defender la ley de trabajo médico, que costó tanto esfuerzo y sacrificio de miles de colegas que lucharon en épicas jornadas de más de 150 días de huelga. Hermanos miembros de la orden nos toca a nosotros continuar el camino que Carrión nos ha trazado… Un camino de dignidad, honor y sacrificio, pero sin maltratos ni humillaciones, y sobre todo: ¡siempre de pie, sin agachar la cabeza y nunca de rodillas!
Hay, colegas miembros de la
Orden,
mucho por hacer…